Tras el amarilleo
del tiempo
se abren
las palabras
al viento.
Papeles durmientes
en su nicho
catalogado
de olvido
expectante.
Vida del caminante
pausado y ágil,
que se tapa
entre cartones,
titulados,
con impresiones.
Suena en el pensamiento,
visualiza en imágenes,
escenas y lugares,
que preso entre cartones,
se lo comen los ratones.
Vuela, vuela
al viento
de la imaginación
presente.